El material de nuestros contenedores es aislante térmico, permitiendo una regulación pasiva de la temperatura, como demuestra el siguiente gráfico: La regulación pasiva de la temperatura es fundamental para la raíz. Si es demasiado alta la excesiva actividad radicular consume demasiada energía quemando carbohidratos por respiración, con lo que detrae fotoasimilados de la parte aérea. En este caso extremo, la raíz puede morir. Los sustratos envueltos en un simple film de plástico apenas tienen inercia térmica, al carecer de aislamiento, y su temperatura sigue, con un pequeño diferencial, las temperaturas del medio ambiente que les rodea. Si por el contrario el sustrato está aislado por un contenedor adecuado, su inercia térmica es mucho mayor y las variaciones de temperatura (día-noche) disminuyen en el sustrato, presentando un comportamiento parecido al suelo en este aspecto. Construidos en un material aislante y rígido, airpop, que además es imputrescible y resistente a los ácidos y radiaciones solares por lo que su duración es indefinida. Los contenedores se fabrican en distintas formas y dimensiones permitiendo la elección más adecuada, según el sustrato utilizado (perlita, fibra de coco, lana de roca, vermiculita, turba, etc.) y la especie cultivada (tomate, pimiento, berenjena, pepino, melón, calabacín, judía, etc.) o cultivo de alta densidad (col china, lechuga, etc.). Así mismo, nuestros contenedores en canal continuo, pueden ser utilizados en sistemas cerrados de recuperación de drenaje, estando diseñado para su evacuación el canal central de invertido.De igual forma permiten una fácil y barata calefacción de raíz, instalando en el doble canal de fondo, las tuberías de PP corrugado como calefactores ida y retorno de agua caliente a baja temperatura (40-50 º C).